30.7.07

Cinco minutos después

Cinco minutos después de pensar en la muerte, ella lloró al teléfono sus carencias y fracasos sobre la voz comprensiva y coherente de su interlocutor. Entre suspiros, susurros y besos lanzados al aire, él comenzó a describir imágenes de erótica pasión y sexo duro, llevándola a masturbarse hasta estallar en un orgasmo múltiple acompañado de repetidos “papi, te amo”.
Aun jadeaba, cuando escuchó la voz femenina del otro lado:

-¡Desgraciao, hijo de puta! ¿Pa eso te escondes con el teléfono?

El ruido evidenciaba la lucha por el celular con la palabra puta resonando al fondo.

-Tengo que cortar, dijo él nervioso.

Semidesnuda, hinchada de placer y depresión, se vio envuelta en los mismos temores y soledad que antes.

Si tan sólo existiera, pensó.

Y se volteó sobre su espalda.

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